La transformación de la primera nación digital del mundo

Para muchos, Estonia evoca la imagen de largos inviernos en una exrepública soviética ubicada en las costas del mar Báltico. Pero en ese entorno natural, hace 27 años, comenzó un proceso que ha terminado por convertirla en líder mundial de e-government, en uno de los miembros europeos más ciberseguros y, en 2017, en el país más libre en internet, según el observatorio Freedom House.

A ese listado de reconocimientos se suma una población en la que más del 98 por ciento de los ciudadanos tienen una ‘identidad digital única’, con la que las filas para trámites como declarar impuestos, suscribirse en programas de subsidios o reclamar fórmulas médicas quedaron en el pasado. En Estonia, en donde internet es considerado un derecho, queda el comando de defensa cibernética de la Otán, así como Tecnópolis, un centro tecnológico que ayudó a crear Skype. El 99 por ciento de las declaraciones de impuestos se reciben online y existen más de 2.000 servicios digitales.

¿Cómo lo lograron? Toomas Hendrik Ilves, presidente de Estonia de 2006 a 2016, es el hombre tras bambalinas y estuvo en Bogotá en el marco del primer foro ‘Gobernar en la era de los datos’.

¿Cuál fue el mayor reto para la transformación de Estonia?

El principio fue muy duro. La gente pensaba que esto era una locura. ‘No deberíamos hacer eso, deberíamos construir carreteras’, decían. Poco a poco, con la entrada de algunos servicios, cada vez más personas creyeron que era una buena idea.

¿Internet debería ser un derecho humano global?

Globalmente no podría implementarse, pero es deseable que un Estado moderno o un Estado que vive en tiempos modernos tenga como prioridad la inclusión digital. Si no todos los ciudadanos tienen la posibilidad de conectarse, la desigualdad puede profundizarse.

¿Sin qué cosas un Estado no podría ser digital?

[Photo via Conde Nast]

El problema de lo digital se resume en una caricatura de 1993 en la que un perro está frente a un PC y le dice a otro: ‘En internet nadie sabe que eres un perro’. El 80 por ciento de los ‘hackeos’ ocurren por suplantación de identidad.

Por eso, es esencial crear una identidad fuerte, que demuestre que alguien es quien dice ser. También se necesita una arquitectura que permita a los Estados entregar servicios a los ciudadanos.

Nosotros construimos Xroad, basado en tecnología de blockchain, que permite interoperabilidad y salió al aire en 2001. No significa que todos deban tenerlo, pero es un sistema disponible, gratuito y libre.

Precisamente, la identidad digital única es uno de sus éxitos, ¿cómo logró la adopción?

Cualquier país del mundo requiere una identidad de sus ciudadanos ya sea para matricularse en un colegio o aun para comprar una cerveza. Pusimos un chip en la tarjeta de identidad, con la que pueden hacer miles de cosas que antes no eran posibles de forma no presencial.

Con el impulso de los privados, especialmente de la banca, logramos que poblaciones rurales y mayores también se unieran.

Esto no significa que a los estonios les gusten más los políticos que antes. Les gusta lo digital y consideran que es algo que es de su país, no de los políticos.

¿Cómo enfrentan el tema de la ciberseguridad?

Ataque DDoS

La historia de la ciberguerra comenzó con el ataque masivo a Estonia en 2007. Fue un ataque de denegación de servicio. Nunca lograron entrar a nuestros sistemas y vulnerar la información. Antes de eso, el mundo no había visto un ataque dirigido a todo un país.

Ahora somos los número uno en Europa en cuanto a ciberseguridad. Nuestros sistemas son tan seguros que de la misma forma que es imposible robar un banco, es imposible manipular un solo voto electrónico.

¿Cuáles son las ventajas de una ‘e-Residency’?

Existen cosas como crear una cuenta bancaria o registrar una empresa que tradicionalmente se han asociado a lo presencial. Para hacer empresa en un país, se piensa en abrir una oficina allí, pero por ley no necesariamente hay que hacerlo así.

Por ejemplo, un pequeño negocio en línea en el Reino Unido puede vender bolsos personalizados a Europa. Como es un negocio en línea, puede ubicarse en Estonia. Nosotros obtenemos los impuestos. Así tenemos un beneficio mutuo, pero el proceso no es fácil.

¿Qué piensa del miedo a la automatización en el mercado laboral?

Yo también llegué a preocuparme, pero he leído un poco más sobre el asunto y es el mismo miedo que existía cuando comenzaron las fábricas. Solíamos trabajar manualmente y hubo automatización.

Los dos países con mayor cantidad de robots son Corea y Japón. El segundo es también el país con mayor sobrecarga laboral, con jornadas de hasta 80 horas por semana. Creemos que los robots van a eliminar trabajos, pero puede ocurrir lo contrario y llegar el momento en que no tengamos suficientes personas.

¿Qué piensa del futuro? ¿Ve cíborgs o matrimonios entre personas y robots?

No, no y no. Eso es ciencia ficción. No me lo imagino y no suelo pensar 10 años en el futuro.

Hace poco vi una película que se hizo en 1977 y que trataba de predecir cómo sería la sociedad en 2017. Se equivocaron en todo. Pensaron en categorías de su tiempo. Como las líneas de teléfono fijas o los botones exóticos, en vez de computadores.

No puedo imaginar lo que sucederá porque existen demasiadas variables. En los 90 nadie habría predicho la revolución que sucedería en el 2007 con los teléfonos inteligentes y las redes sociales, cuando el mundo se volcó hacia los celulares con capacidades de entrar a Internet.

Apartes tomados de la entrevista exclusiva de el ElTiempo.com, el 29 de Octubre de 2018.

Bastante nutrido el blog de esta semana, con muchos términos para revisar: e-government, libertad en internetidentidad digital única, inclusión digital, e-Residencyy muchos otros que nos interesan sobre todo por la coyuntura que pasa nuestro país en el camino a la transformación digital. ¿Crees que Colombia va en buen camino?