¿Qué pasa con los datos generados a partir de tu cara? ¿Y qué significa que tu cara se convierta en datos?
Ya existen muchos datos sobre millones de caras. Hemos ofrecido nuestros rostros en las redes sociales y en las fotos almacenadas en la nube. En muchos centros comerciales tienen una cámara que lee tu rostro y determina la temperatura para permitir el acceso por temas de pandemia.
El problema es que aún no hemos determinado a quién pertenecen los datos asociados a los contornos de nuestros rostros leídos por todas estas aplicaciones.
Casos recientes
En la era de las grandes tecnologías, tenemos que reflexionar sobre las expectativas que podemos y debemos tener sobre quién tiene acceso a nuestros rostros.
- Los recientes disturbios en el Capitolio de Estados Unidos han puesto la cuestión en el punto de mira, ya que el reconocimiento facial se convierte en una herramienta vital para identificar a los que participaron en la protesta.
Incluso antes de los disturbios, la tecnología de reconocimiento facial se estaba utilizando de muchas maneras que probablemente no hemos considerado con la suficiente seriedad, y muchos de nosotros hemos contribuido voluntariamente a generar datos sobre nuestros rostros, ya sea explícita o implícitamente.
- El año pasado, Cadillac Fairview, una de las mayores empresas inmobiliarias comerciales de Norteamérica, fue denunciada por la Oficina del Comisario de Privacidad de Canadá por instalar cámaras discretas en 12 de sus centros comerciales, incluido el emblemático Eaton Centre de Toronto.
Estas cámaras captaron cinco millones de imágenes de clientes y utilizaron un software de reconocimiento facial que generó más datos, incluidos el sexo y la edad.
- Los gobiernos y la vigilancia van de la mano, y la tecnología de reconocimiento facial les da más opciones y formas de rastrear y restringir el movimiento de las personas dentro de sus fronteras.
La ciudad de Londres decidió el año pasado desplegar cámaras con capacidad de reconocimiento facial junto a sus 627.727 cámaras de CCTV. La medida provocó protestas.
Estamos dando nuestro consentimiento
Muchos estamos familiarizados con la tecnología de etiquetado de fotos de Facebook, que etiqueta no sólo tu cara, sino a otras personas en tus fotos. Esta tecnología también está presente en las apps de fotos de Google y Apple.
Pero este tipo de tecnología de reconocimiento facial se está extendiendo a otros ámbitos:
- El fabricante de automóviles Subaru la despliega para detectar distracciones al volante.
- Apple ofrece funcionalidades llamadas HomeKit que cruzan los datos recogidos de varios dispositivos y utiliza el reconocimiento facial para decirte si un amigo, reconocido por tus fotos, está en la puerta.
- Nest Hub Max de Google emplea la tecnología de reconocimiento facial para, literalmente, buscarte; de la misma forma en que siempre está escuchando para oír las palabras: «OK, Google».
- Hirevue utiliza la inteligencia artificial para evaluar las imágenes de posibles empleados y decidir sobre su idoneidad y probabilidad de éxito.
- PimEye, la web que permite localizar con una foto a alguien en Internet. Esta página creada en Polonia logra que sepamos la identidad de algunas personas proporcionando solo una imagen de su rostro.
Reflexiones
El rostro humano es una de las cosas más básicas que los niños pequeños reconocen y aprenden, a medida que sus cerebros ordenan el mundo. Es una parte fundamental de lo que somos como especie, su importancia es tal que apenas puede expresarse con palabras.
Nuestras expectativas sobre la recopilación de datos y la privacidad no se ajustan a lo que realmente es la recopilación y el almacenamiento de datos, sean faciales o no. Nuestros datos personales se han recogido y se recogen cada día a un ritmo asombroso. Esto está provocando un cambio fundamental no sólo en términos económicos y éticos, sino en la forma en que vivimos como seres humanos.
¿Estás consciente de la cantidad de datos que suministras a diario que podrían comprometer tu privacidad y seguridad? ¿Qué aplicaciones utilizas para proteger tus datos? ¿Qué «rutinas» tienes para proteger tus datos?
CONCIENCIA SOBRE LA PROTECCIÓN DE NUESTROS DATOS
Tal como lo plantea el artículo, cada vez más vemos como las compañías utilizan nuestros rostros y expresiones faciales con diferentes fines, y muchas veces no somos concientes de esta situación ya que en su mayoría, esto sucede sin que lo sepamos, e incluso sin nuestro consentimiento, lo que implica el riesgo de ver afectadas nuestra privacidad e integridad. Recientemente hubo una gran polémica respecto a las nuevas políticas de funcionamiento de Instagram, ya que afirmaban que usarían la cámara de nuestros dispositivos móviles mientras usamos la aplicación para ver nuestras reacciones ante distintos anuncios publicitarios o contenidos, y usar esta información para generar contenido de acuerdo a nuestras expresiones faciales; claramente muchos de los usuarios no estuvimos de acuerdo con ese cambio, ya que implicaría una invasión de privacidad constante y la incertidumbre de si estamos siendo espiados o no en todo momento, y peor aún, si nuestros rostros y datos puedan terminar en manos equivocadas. Esta es una de las muchas razones por las que debemos tener mucha precaución con la protección que le estamos dando a nuestros datos, con los permisos que otorgamos a las aplicaciones que utilizamos, y a leer las políticos de uso y tratamiento de datos personales de los sitios que visitamos, para tener la tranquilidad de que nuestra información estará segura y será usada únicamente bajo nuestro consentimiento.
EL SER HUMANO COMO UN DATO
Como bien dice Oscar nuestra privacidad últimamente se está viendo comprometida y el hecho de que usen nuestros rostros para así ofrecernos publicidad es algo que nos hace pensar si realmente se nos usa solo como datos. Hubo mucho revuelo con el tema de la políticas de Instagram y WhatsApp y es que cada vez en el mundo los datos son más importantes y relevantes para las compañías, un ejemplo puede ser que cuando una organización invierte dinero en publicidad quiere que esta sea lo más influyente posible y que se cumpla con un mínimo de personas que compren el producto o servicio.
Para finalizar se puede decir que cada vez los seres humanos somos más influyentes para las organizaciones, la evolución de la tecnología y todas las herramientas que hoy día ofrece ha hecho que hasta con nuestro rostro se puedan generar datos. Es importante recalcar que siempre que haya un avance tecnológico habrán cosas buenas y malas y dentro de las malas se encuentra el uso de nuestra privacidad.
AUMENTO DE LA SEGURIDAD
Me parece que el reconocimiento fácil convirtiéndose en datos es muy positivo, ya que presente a esto se podrá a tener mas seguridad al momento de tener alguna cuenta o ya una cuenta existente, por ende veremos que digamos en el caso de la conducción es un aporte increíble, por la manera en el cual la persona si se llega a distraer o se llega a dormir, ya depende del caso, el automóvil podrá tender a apagarse o mandarle un aviso a la persona para que tenga precaución por como anda conduciendo, y esto también aplica en la información personal, que si alguna persona quiere ingresar sin autorización a la información personal de una persona, el reconocimiento fácil tendría un papel importante en esto por ese motivo, ya que no dejaría entrar a dicha información si no cumple con tal reconocimiento facial previo.
EL BIG DATA COMO FUTURO EJE DE LA SEGURIDAD
Estoy de acuerdo con mi compañero Santiago Santos, pero hay que agregar que la apuesta por el Big Data como pilar básico de la estrategia de ciberseguridad de las empresas conlleva una extensa lista de ventajas, pero a su vez genera nuevas precauciones: si bien el análisis de esos grandes volúmenes de datos perfecciona la detección de actividad maliciosa capaz de generar filtraciones… la posibilidad de que esta nueva clase de datos masivos pudiera llegar a filtrarse conllevaría unas repercusiones legales y de reputación mucho más graves que las experimentadas hasta ahora.
HAY QUE TENER MÁS CONFIANZA EN LA TECNOLOGÍA
Estoy completamente de acuerdo con mi compañero Santiago Santos, el reconocimiento facial llegó cómo una herramienta de IA que puede prometer muchas cosas positivas para la seguridad de las personas. Actualmente encontramos el uso del reconocimiento facial en varios celulares, viviendas con domótica integrada, aplicaciones bancarias e incluso cómo se muestra en el blog vehículos con capacidad de determinar si la persona tiene distracciones o microsueños a través de dicha herramienta. Por eso personalmente considero que debemos tener mayor confianza en el uso de los datos personales y mucho más de los datos de nuestro rostro ya que de una u otra forma están haciendo de nuestras vidas un espacio mucho más seguro a todo nivel.
LOS DATOS SON EL MAYOR ACTIVO DE HOY
Los datos, en todas sus formas, formatos y tipos, se ha convertido rápidamente en el activo más estratégico de las organizaciones. Los desafíos de administrar y gobernar los datos de manera eficiente y efectiva aumentan con el volumen, la velocidad y la variedad de los mismos. Las nuevas capacidades, como pueden ser el análisis predictivo, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, continuarán impulsando la transformación de cómo se adquieren, gestionan, gobiernan y analizan los datos. Estas nuevas capacidades forman parte de un proceso de transformación que implicará considerar cinco elementos clave: estrategia, personas, procesos, datos y tecnología.
Esta tecnología abre la posibilidad de rastrear los movimientos de una persona en tiempo real mientras se mueve la ciudad donde habite, para esto los gobiernos y la vigilancia van de la mano, y la tecnología de reconocimiento facial les da más opciones y formas de rastrear y restringir el movimiento de las personas dentro de sus fronteras.
Estoy de acuerdo con mi compañero Santiago Amaya, ya que se puede ver como los datos faciales pueden contribuir a las diferentes formas de seguridad que presente la persona o ya sea una organización al momento de emplearlo para información de cada empleado y así proteger de algún ataque informático, por ende, me parece un gran aporte que hace mi compañero al momento de dar referencia hacia los datos faciales.
En conclusión, veremos como las personas al momento de presentar esta seguridad van viendo la evolución cada día mas de las formas de seguridad que se van presentando y así se sentirán mas seguros al momento de confiar en una red social o una aplicación persona de dinero o referente a temas laborales.
¿INVACIÓN A LA PRIVACIDAD O AUMENTO DE LA SEGURIDAD PERSONAL?
Concuerdo con mi compañero Santiago Amaya, actualmente se está llevando a cabo una guerra tecnológica por tener el “control absoluto” sobre los datos de las personas. A diario se mueven millones de datos entre una y otra empresa a una velocidad que no llegamos a imaginar, las bases de datos permanecen en constante crecimiento gracias a nosotros mismos sin darnos cuenta de ello, esto se evidencia por ejemplo cuando buscamos por internet algún artículo que nos interese comprar e inmediatamente nuestras redes sociales se llenan de “spam” sobre el producto que buscamos o algunos parecidos cómo si nos estuvieran “espiando” constantemente.
Con respecto a la seguridad que se puede proporcionar por medio de las cámaras con reconocimiento facial, pienso que son herramientas bastante útiles en casi todos los aspectos de seguridad nacional y seguridad ciudadana. Cámaras con IA y reconocimiento facial pueden ser capaces de detectar un robo, una posible amenaza e incluso prevenir accidentes si se utilizan de manera correcta y con un sistema bien estructurado.
LOS ROSTROS DE LA INFORMACIÓN
Los datos hoy día son de las cosas más valiosas y es por esto que se ha convertido en controversia últimamente. Bien es cierto que la tecnología cada vez avanza más y que la inteligencia artificial es una de esas que cada vez está más en furor, es por esto que temas como el del reconocimiento facial en muchas aplicaciones, sitios web, sistemas de vigilancia ha sido muy criticado ya que se pueden saber muchas cosas de nosotros solamente usando nuestra cara.
Estamos en un punto en el que es muy difícil saber cuando algo está bien o mal y con este tema de nuestra privacidad ponemos más en juicio las tecnologías actuales. El que por medio de un sistema de vigilancia se pueda saber quien fue un ladrón o una persona que cometió algún delito es algo que nos hace pensar que estas tecnologías están tratando los datos para hacer un bien a la comunidad, pero si usan nuestro rostro para saber información personal nuestra y venderla para lucrarse ellos, es algo que nos molesta y que nos hace pensar si realmente tenemos privacidad o somos simples «datos».
A diario sin saberlo estamos suministrando información en todas las aplicaciones y dispositivos que utilizamos y realmente nos podemos llegar a sentir vigilados, pero la tecnología es algo que tiene que seguir evolucionando y al igual que todo habrán personas que lo usen para el bien y otras que lo usen para el mal pero, a decir verdad, cada vez nos tienen más vigilados y nuestro rostro lo dice todo.
De acuerdo con mi compañero Jefry, es acertado su razonamiento al decir que no solo existirán personas que utilicen nuestros datos para el mal, y como yo lo dije en mi texto es como un intercambio equivalente entre la seguridad y la privacidad que aunque no muchos estén de acuerdo así se esta llevando a cabo actualmente, porque como lo dijo Jefry nuestro rostro hoy en día lo dice todo, pero mañana puede que diga incluso mas.
Regulación al miedo de reconocimiento facial: problemas del mundo moderno
Desde que la tecnología empezó a ganar terreno en muchos de los aspectos cotidianos de la vida, las inteligencias artificiales crecerían igualmente en menos de los que muchos lo esperábamos. Desde hace algunos años Facebook empezó a usar dichos algoritmos de reconocimiento facial para facilitarnos la forma de etiquetar a las personas con las que nos tomábamos las fotos. Actualmente, muchos de nosotros usamos gran parte de los productos que la empresa de Google añade a los dispositivos Android, puesto que en ellos normalmente los videos y fotos son almacenados en Photos de Google. Esta maravillosa aplicación, aparte de guardar las fotos que uno quiera en la nube, se encarga de separar las fotos personales por personas. Y así como crea carpetas con rostros similares para nuestro beneficio, es más bien una relación simbiótica, porque gana uno como usuario ya que se evita estar buscando entre montones de fotos los rostros de un ser querido o las fotos donde uno mismo aparece, y al mismo tiempo, ellos perfeccionan sus algoritmos de reconocimiento facial. Sin embargo, en lugares como centros comerciales, uno no permite que lo estén grabando todo el tiempo porque no autoriza el uso de su imagen a comparación de cuando lo hace en aplicaciones como Photos. Al igual que muchas de las cosas y términos tecnológicos modernos, hace falta una regulación donde todos ganen, tantos los usuarios como los terceros que hacen uso de estos datos.
Todo esto era de verse y se sabía que en algún momento pasaría, que el momento donde se tenían que regular el libre albedrio que las tecnologías como estas tienen.
Concuerdo con la facilidad que muchas aplicaciones nos ofrecen a los usuarios para facilitar la búsqueda de imágenes por reconocimiento facial, y esto ha sido de gran ayuda, en especial para gente que almacena gran cantidad de imágenes. Es verdad que nunca dimos el consentimiento sobre el uso de nuestros rostros en lugares como los centros comerciales, y que se debería llegar a un acuerdo para que esa información recopilada no sea de uso sin el consentimiento de uno.
Por otro lado, estoy de acuerdo con este sistema, si es de uso para la seguridad del local o seguridad publica en los centros comerciales como entre otros lugares.
EL CONSENTIMIENTO ES CUESTIÓN DE TIEMPO
Como dice mi compañero Juan, las tecnologías nos benefician como usuarios y cambian nuestro estilo de vida, pero a su vez nos expone directamente al mundo puesto que la cantidad de datos nuestros que son recolectados por día son increíblemente grandes, aun así las personas nos sentimos seguras en el uso de su cotidianidad por la supuesta regulación que se nos muestran en acuerdos que ni siquiera revisamos, esta claro que mucha gente se queja y exige su privacidad y derecho a no ser constantemente vigilado por cámaras con reconocimiento fácil, pero es solo cuestión de tiempo para que todos lo aceptemos y se vuelva algo del común.
CONSENTIMIENTO SOBRE EL USO DE NUESTROS DATOS
Con el paso del tiempo redes sociales como lo son Facebook, Twitter y entre otros, han registrado y recopilado información sobre todos nosotros o sobre todo aquel que haga uso de estas redes, esta información se la hemos dado con nuestro consentimiento al registrar nuestros datos, entre estos lo que vendría a ser los datos generados por nuestra cara, como lo son fotos de perfil o fotos subidos a las redes sociales.
Siendo consientes o no, hicimos publico nuestros datos faciales a través de estos medios, esto significa, que dimos el consentimiento para que gente externa a nuestro circulo social pueda acceder o visualizar a los datos de nuestro rostro, siendo consientes o inconscientes de quienes puedan acceder a ellos.
Esto podría ser una problemática por la accesibilidad que le dimos a la gente sobre nosotros, estas plataformas hacen de nosotros un perfil publico en gran parte de los casos, por lo que estamos expuestos a un mal uso sobre los datos que ofrecimos sobre nosotros, entre esos los de nuestros rostros.
Un problema de confianza
Yuval Noah Harari en su libro 21 lecciones para le siglo XXI, hace una reflexión sobre los problemas que puede tener la recopilación y el almacenamiento masivo de datos. Plantea la siguiente situación: Imaginemos una compañía la que recopila todo tipo de información acerca de nosotros, por medio de dispositivos como el HomeKit de Apple tiene información sobre nuestro horario, cuando nos levantamos, cuando llegamos a la casa e incluso nuestra rutina en el trabajo. Aplicaciones de GPS pueden conocer donde vivimos, trabajamos o donde hacemos mercado. Neveras inteligentes provee información sobre que comemos, que nos gusta y que dejamos dañar.
Con esta información, podríamos dejar a este sistema hacer un mercado semanal por nosotros. Sabe que hay en la nevera, que se está acabando, que nos gusta y toma decisiones sobre que pedir. A nosotros nos llega un domicilio semanal con todo lo que nos gusta. También, puede aliarse con empresas de transporte, como Uber, para solicitar un servicio de la casa al trabajo de manera autónoma. Nos terminamos de alistar y tenemos un Uber esperándonos sin haberlo pedido. Estos son solo dos ejemplos de una infinidad de opciones que, sin duda, mejorarían nuestra calidad de vida.
Sin embargo, la pregunta es: ¿Realmente confiamos lo suficiente en esta empresa para dar abiertamente toda la información sobre nuestras vidas? ¿Qué impide a personas con malas intenciones acceder a esta información? Ya tenemos casos de empresas que han vendido los datos de sus usuarios sin su consentimiento, en este momento no podemos confiar en la privacidad de estos datos. Con el incremento del numero de datos y en la capacidad de procesarlos este es un problema que debemos tratar cuanto antes o nos vamos a ver involucrados en una crisis de privacidad sin precedentes
Estoy de acuerdo con la postura que planteas, si nuestra información personal se utiliza de la manera adecuada se podría mejorar exponencialmente la calidad de vida de las personas, pero actualmente no podemos confiar en las empresas porque por más que existen leyes que les obliga a proteger la información personal de sus usuarios, muchas de las empresas no tienen ninguna política sobre la seguridad de datos, no las aplican o no ven la verdadera importancia de proteger los datos y no invierten lo necesario para evitar que nuestros datos terminen expuestos.
Calidad de vida o privacidad
Es tan cierto que la tecnología trae consigo un océano de infinitas utilidades para mejorar la calidad de vida de las personas, tal como lo menciona mi compañero Eduardo. Incluso el reconocimiento facial tiene sus grandes ventajas en la seguridad de una ciudad. El solo detectar el rostro de un ladrón e identificarlo reduciría tiempos y esfuerzos en atraparlo, incluso podría prevenir estas situaciones si solo se determinara su ansiedad y tensión antes de robar o cometer otro delito. Así, mejoraría la calidad de vida de muchas personas, ya no tendrían que preocuparse por sus pertenencias ni su seguridad mientras transitan en las ciudades.
Ahora, ¿cuál es el problema? La privacidad, obviamente. Las entidades sean públicas o privadas tendrán disponibilidad de una gran cantidad de información sobre nosotros. Nuestras rutinas diarias, lugares favoritos, pasatiempos, ocupaciones, actividades, incluso dobles vidas, con solo identificar nuestros rostros. Ahora, ¿qué sucedería si una persona con malas intenciones accede a esta información? Ese es el dilema, y todavía hay mucho que trabajar. Aunque existan políticas de privacidad y tratamiento de datos, esto no impedirá que sigan existiendo ladrones de identidad o estafadores. Es obligación de las empresas de hacer un debido uso de nuestra información. ¿Y si ellos no cumplen con su deber? Entonces, nosotros tendremos que exigir y ser responsables como cuidadosos con nuestra información.
LA GRAN DIFICULTAD DE PROTEGER NUESTROS DATOS
Actualmente casi todas las personas tienen redes sociales, con lo cual se puede decir que la mayoría de las personas tienen sus datos en internet, esto nos puede permitir entender que nuestra información está expuesta desde el primer momento que nos registramos en alguna red social, o alguna cámara a captado nuestro rostro, como lo puede ser en edificios, centros comerciales, entre otros. Esto se da debido a que hoy en día el uso de las cámaras, junto a el internet de las cosas, se ha vuelto fundamental para identificar a las personas o tener controlado algún lugar, por lo que en muchas ocasiones nosotros no queremos compartir nuestros datos, pero al ingresar a un lugar ya estamos aceptando el uso de estos datos.
Por lo anterior es muy difícil lograr proteger nuestros datos, ya que con la situación que estamos viviendo de la pandemia, todo se ha basado en el internet y el uso de la tecnología, ya sea para controlar el distanciamiento, la temperatura, o también para poder seguir trabajando desde los hogares, lo cual nos hace estar conectados la mayoría del tiempo.
Se pueden realizar mínimas acciones como en diferentes aplicaciones no permitir el uso del micrófono, la cámara, la ubicación, también al momento de navegar por internet usar una VPN que permita proteger la ip de nuestro ordenador, o un poco más drástico puede ser usar una VPN por medio de una máquina virtual, esto nos permite estar un poco mas protegidos, pero como se mencionó anteriormente simplemente al ingresar a un centro comercial, ya tienen nuestros datos y no sabemos en que los están utilizando, por lo que actualmente es muy difícil proteger esta información.
ACCESO INMINENTE A NUESTROS DATOS
Estoy de acuerdo con Manuel, los datos que hoy en día generamos en las plataformas tecnológicas son muy difíciles de proteger para una persona cualquiera, pues no todos tienen los conocimientos necesarios para utilizar una vpn o una maquina virtual con una vpn, sin mencionar que las personas aceptan términos y condiciones sin leerlos. Por lo cual tenemos dos opciones, la primera aceptar que el mundo esta cambiando y ahora necesita de nuestros datos para moverse, o dejar de lado el uso de la tecnología, porque este cambio es imparable.
¿Cuál es el costo de tu identidad?
Sí que es impresionante la cantidad de datos que puede generar una persona. Sus características físicas, emociones, comportamientos, gustos e incluso pensamientos pueden ser transformados todos en datos para ser procesados y analizados, ahora con la tecnología que poco a poco está emergiendo con el propósito de utilizarse a su mejor provecho. Esto lo acabamos de evidenciar con la tecnología de reconocimiento facial que se extiende por distintos ámbitos como la seguridad de una persona mientras conduce, mejorar la eficacia al contratar empleados en una empresa o el manejo de un sistema domótico en una casa para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, esto compromete la privacidad como la seguridad de nuestra identidad.
Es difícil no ser parte de la evolución tecnológica. El mundo está avanzando tan rápido que debemos adaptarnos para sobrevivir. Si queremos encontrar empleo, conocer personas, vender productos con rapidez, emprender una empresa, reducir tareas del trabajo o del hogar, viajar, e incluso conseguir pareja teniendo mayores probabilidades de prosperar, es indispensable dar nuestra identidad. Aunque pueden existir formas de proteger los datos como limitando información o no acceder ni disponer de los servicios de internet y de las redes sociales, habrá entidades que de alguna manera podrán obtenerlas.
¿De casualidad han visto el primer episodio del documental de Conexiones: la ciencia detrás de todo en Netflix? Si no, se las recomiendo. La menciono porque hay una parte en particular que me llamo bastante la atención. Una mujer relata su experiencia con la aplicación de Tinder mientras buscaba pareja, pero encontró algo más interesante. Ella quería saber su puntaje de atractivo secreto, “donde miden tu belleza y te emparejan con personas que estén en el mismo nivel”. Así que, ella escribió a Tinder, quienes respondieron que la información era de su propiedad intelectual. Aunque ella intento por meses llamar y escribir correos, no consiguió su puntaje, pero sí le enviaron un archivo de 800 páginas de sus datos personales como edad, escolaridad, rechazos y conversaciones en Tinder, hasta intereses en Facebook y publicaciones en Instagram. ¿Qué les parece todo esto? ¿Cómo podemos confiar en todas las organizaciones que contienen y almacenan nuestra información? ¿Crees que tu identidad vale más para estas empresas que para ti?
Documental:
https://www.netflix.com/co/title/81031737#:~:text=2020%7C13%2B%20%7C1%20temporada,al%20mundo%20y%20al%20universo.
¿Somos conscientes del posible uso de nuestra información?
Comparto el punto de vista de Daniela, es difícil no ser parte de la evolución tecnológica, el mundo avanza y queramos o no, tenemos que avanzar con él para adaptarnos y sobrevivir.
Respecto al manejo de nuestra información por parte de algunas organizaciones es impresionante, sin embargo, es algo que no debería sorprendernos ya que al aceptar los términos y condiciones de algunas redes sociales implica dar libre uso de nuestra información como el caso de la señora con la aplicación de Tinder. Confiar como tal en estas organizaciones que contienen nuestra información día a día no se puede, a menos que nos pongamos en la tarea de leer los términos y condiciones de cada aplicación con el fin de saber que uso o a que estamos accediendo que hagan con nuestra información, y así con base en ello, tener mas consciencia o prudencia sobre la información que vamos a publicar.
HISTERIA PROMOVIDA POR LOS MEDIOS
Hoy en día se habla de la protección de datos como un tema fundamental al momento de relacionarse con un entorno lleno de tecnología, ya que hasta hace poco no había conocimiento de que se hacia una recopilación voluminosa y constante de estos, pero no fue hasta las elecciones de 2016 en estados unidos que la gente pudo visualizar realmente el poder de los datos y lo que se podía causar mediante el análisis de estos. Hoy en día la gente siente miedo de que usen sus datos para vulnerarlos y los medios de comunicación aumentan este terror, pero las personas realmente no cuidan los datos que van dejando, no sienten ese miedo cuando buscan a que famoso se parecen, entregando fotografías y acceso a otra información de la cual no se enteran que están entregando, como el muro de publicaciones, lista de amigos, entre otros.
Las personas deben dejar este tipo de terror a la entrega de sus datos, pues estos se usan por el bien, mediante los datos de la imagen incluso se podría identificar a un potencial terrorista a punto de cometer un delito con solo su expresión, además de que no va a ser una persona la que va a mirar dato por dato o foto por foto, eso lo va ha hacer una maquina.
EL PODER DE LOS DATOS
Como lo menciona mi compañero Camilo en 2016 con las elecciones de Estados Unidos, las personas se dieron cuenta del poder que tiene la tecnología y el análisis de datos, con lo cual se puede manipular la opinión que se tiene respecto a una persona, creando noticias específicas de sus intereses o fake news, para que las personas empiecen a pensar de la forma que se quiera.
Pero en la actualidad casi todas las personas tienen redes sociales, con lo cual su informacion es pública y accedieron a esto cuando se registraron en estas aplicaciones, por lo cual es muy difícil que las compañías dejen de utilizar nuestra información, ya que legalmente las personas les dimos el permiso de hacerlo.
Proveer nuestros datos con ignorancia
El reconocimiento facial es un campo de la tecnología que está tomando cada vez más auge, ya sea si desbloqueas tu celular con tu rostro o le pides a Google que organice tu galería de fotos a partir de las caras que aparecen ellas. Sin embargo, esta nueva tecnología, tiene aplicaciones cuestionables, por ejemplo, la INTERPOOL cuenta con un sistema de reconocimiento facial, el cual permite almacenar imágenes enviadas por más de 179 países, esta es capaz de identificar a una persona o de comprobar su identidad. Del mismo modo en España, Renfe quiere implementar un sistema el cual permitirá detectar a las personas que se cuelan y también realizar un perfil de los viajeros, teniendo en cuenta edad, sexo, y raza. En cuestión de la ética y la privacidad, se sabe que los diferentes gobiernos almacenen cierto número de imágenes de los ciudadanos sin su consentimiento, por lo tanto, aunque el reconcomiendo fácil traiga consigo grandes ventajas, no se está el 100% seguro la manera justa en la cual se debe implementar, ya que podría estar perjudicando los derechos a la privacidad.
Nuestra privacidad está siendo constantemente violada, por esto al estar en redes sociales y en lugares con este tipo de tecnología, debemos estar informados de los derechos que se nos están violando. El ser ajenos a este tema, da a lugar a caer en la ignorancia de no saber lo que en realidad hacen con nuestros datos.
https://www.interpol.int/es/Como-trabajamos/Policia-cientifica/Reconocimiento-facial
https://www.xataka.com/privacidad/renfe-quiere-vigilar-a-viajeros-reconocimiento-facial-tiempo-real-como-sera-este-sistema-que-puede-ser-discriminatorio.
PREOCUPACIONES POR LA SEGURIDAD
Los conjuntos de datos de imágenes faciales plantean las mismas preocupaciones de seguridad que los asociados con cualquier dato personal; por ejemplo, podrían estar sujetos a violaciones de datos, lo que provocaría que se revelaran datos biométricos sensibles a entidades no autorizadas. Porque el rostro de una persona es único, permanente y, por lo tanto, irrevocable, una infracción que involucran datos derivados de una cara puede tener más serias consecuencias que la violación de otra información, como contraseñas, que se pueden cambiar. Un ejemplo de esto son las agencias estatales de vehículos motorizados las cuales tienen fotografías de alta calidad de la mayoría de los ciudadanos que son una fuente natural para los programas de reconocimiento facial y podrían combinarse fácilmente con la vigilancia pública u otras cámaras en la construcción de un sistema integral de identificación y seguimiento.
¿Somos prudentes al publicar nuestra información?
Tenemos que ser conscientes que el mundo se encuentra en un constante desarrollo tecnológico, por ende, nosotros al ser parte de él, estamos sujetos al constante cambio y evolución que esto trae, voluntaria o involuntariamente. Hoy en día con tan solo salir a la calle a comprar pan podemos estar suministrando información sobre nosotros o nuestro rostro, podemos estar siendo grabados por una cámara de seguridad, por una cámara de algún vehículo o hasta por el mismo carro de Google Maps sin darnos cuenta.
La mejor aplicación que podemos usar para proteger nuestros datos está en nosotros mismos, en nuestra prudencia. Las industrias de hoy en día han generado la necesidad en las personas de la constante comunicación y el uso de las redes sociales. Podemos observar a millones de personas subiendo fotos en sus cuentas en donde comparten fotos de lo que están haciendo, fotos de su cara o hasta de seres queridos. Muchos no son conscientes que en la mayoría de estas aplicaciones al aceptar los términos y condiciones dan permiso a estas empresas de manipular información que los usuarios suben o comparten, no saben también quienes pueden llegar a ver sus fotos y lo sensible y vulnerable que puede ser esa información.
Por ende, la mejor forma de proteger nuestra información empieza con nuestra prudencia al publicar información nuestra. Si, existen diversas herramientas en donde puedes restringir la información a solo personas que conoces, sin embargo, eso no garantizará que tu información esté segura.
Si bien estoy de acuerdo con que debemos ser muy conscientes de los datos que suministramos, debemos también crear un sistema de leyes y de normas que regulen a las compañías que recopilen datos para asegurar el buen manejo de los datos. Muchas aplicaciones recopilan datos sobre nosotros sin necesidad que nosotros subamos una foto o que nosotros suministremos información, además personas pueden suministrar información sobre familiares y amigos. Por esto estar preparados con un sistema de regulación sobre el manejo y distribución de datos es de suma importancia
También es nuestra responsabilidad
Tal como lo menciona mi compañero Nicolás, el sólo ser prudentes y restringir el uso de la información no garantizará que esté segura. Claramente, las entidades con las tecnologías tienen responsabilidad, pero ¿qué papel jugamos nosotros? Todos somos parte del proceso. Somos quienes dan información, datos, publicaciones, fotografías, imágenes y gran cantidad de contenido en redes sociales de forma voluntaria.
Incluso, me hace recordar una aplicación llamada Clickworker-App, utilizada por más de 2.2 millones de personas de 136 países alrededor del mundo. La comunidad se dedica a crear audios, videos e imágenes de distintas temáticas para el entrenamiento de sistemas como un chatbot, control de un carro por comandos de voz y reconocimiento facial. Las personas buscando ganar dinero de forma rápida y sencilla deciden participar realizando una cuenta en la aplicación. Es bastante interesante, sin embargo ¿qué repercusiones pueden tener? Por ejemplo, una de las primeras actividades es enviar fotos propias o de niños. Entonces, ¿qué seguridad podemos tener de todas estas aplicaciones y servicios de internet? Nosotros debemos ser cuidadosos porque también tenemos responsabilidad en lo que sucedan con nuestra información y sus consecuencias.
Referencias:
https://www.clickworker.com/
La protección de datos en las empresas Latinoamericanas
En la actualidad son muchas las empresas, electrodomésticos inteligentes, redes sociales e incluso automóviles que trabajan con nuestra información personal, ya sea por medio de nuestro rostro, número de identificación, edad, estado de salud o nuestros gustos y preferencias, algunos con la intención de mejorar nuestra calidad de vida, evitar accidentes o facilitar tramites, pero en algunas ocasiones esta información es utilizada de forma inadecuada, poniendo en riesgo la seguridad personal.
Según un estudio hecho por ESET-Security-Report en el año 2020, en Latinoamérica el 60% de las organizaciones se preocupa principalmente por el acceso indebido de la información, y en segundo lugar, con un 55% al robo de la información, pero a pesar de que las empresas tienen claro el peligro y las consecuencias de esto, no significa que ellas estén exentas de que les suceda; un ejemplo de esto fue en el 2019, con un caso que expuso información personal y afecto a más de 2,4 millones de colombianos, este error deja en evidencia tal vez la tecnología utilizada para la protección de datos es deficiente, o que los recursos económicos invertidos no cubren las necesidades de un proyecto de esta magnitud.
En Colombia según cifras de la Delegatura de la Protección de Datos SIC durante el 2019 hubo 12.850 quejas sobre el uso de datos personales, donde el 31,8% de los casos correspondían a suplantación de identidad, 9,2% a no comunicación previa al uso de datos y un 2,1% al uso de datos sin autorización, lo mas grave de esta situación es que el 79% de empresas en Colombia no tienen una política especifica de protección de datos y un 67% de las empresas no han implementado medidas de seguridad de los datos personales a pesar de que existe la ley 1581 del 2012, donde se establece que todas las empresas y entidades públicas deben encausar todos los recursos necesarios, para garantizar el resguardo de la información de datos personales; lo que me lleva a concluir que las organizaciones no identifican la verdadera importancia a la seguridad de la información y por tanto no invierten los recursos necesarios para implementar las tecnologías adecuadas e integrarlas en los procesos continuos de calidad y excelencia.
A partir de lo anterior me pregunto: ¿las empresas colombianas tienen claro el proceso de capacitación que deben seguir?, ¿saben sobre las tecnologías que deben ser utilizadas en un proyecto de protección de información personal?, ¿tienen disponibilidad de los recursos que requieren ser invertidos para desarrollar las políticas de protección de datos?
Es claro que una respuesta afirmativa a las anteriores preguntas permitiría dejar atrás los procesos manuales que incrementan el riesgo de error y exponen la seguridad de los clientes en un mundo donde los datos han adquirido un gran valor.
Ciberseguridad en Colombia
Las empresas colombianas saben la importancia que tiene la protección y tratamiento de datos. Sin embargo, falta mucho por mejorar y ahora más con la coyuntura del Covid 19. El año pasado Colombia ocupó el puesto 39 en el ranking mundial sobre ciberseguridad. “Las conexiones durante la pandemia se han incrementado en más de 40%, lo cual hace que los riesgos aumenten dada la mayor exposición de los usuarios a ciberataques. (…) Se debe tener a toda la compañía bajo un antivirus pago que despliegue los antivirus en todos los equipos y dispositivos móviles para que toda la información tenga la seguridad”, explicó Gerardo González, gerente transformación de Sonda Colombia.
A pesar de que, en el primer trimestre de 2020, se alcanzó una inversión total de 10.400 millones de dólares en ciberseguridad, no impidió que se presentaran más de 45.000 casos de ciberdelitos con un incremento del 89% frente al año anterior, convirtiéndose en el año de ascenso en cifras en Colombia. “El delito que mayores denuncias presentó fue la suplantación de sitios web para capturar datos personales con un crecimiento del 303% comparado con el 2019”. Es decir, que toda la información de muchos colombianos fue expuesta a criminales, y no hubo las suficientes medidas para mitigarlas. “Evitar el cibercrimen es un trabajo que implica esfuerzos desde la empresa, las entidades de control, y por supuesto la Policía Nacional”.
Referencias:
https://www.larepublica.co/globoeconomia/ciberseguridad-otro-reto-que-deben-enfrentar-las-empresas-en-el-mundo-por-covid-3013083
https://www.portafolio.co/tendencias/cifras-de-ciberseguridad-en-colombia-prenden-alarmas-al-cierre-del-2020-547412
https://computerworld.co/reconozca-los-principales-delitos-informaticos-en-colombia/
PRIVACIDAD POR SEGURIDAD
Como lo dice el texto, existen diferentes tecnologías capaces de reconocer nuestros rostros, incluso capaces de rastrear nuestras redes sociales si así lo desean. Desde hace tiempo la inseguridad no solo se muestra en las calles, si no también en nuestras casas desde que la vida se empezó a evolucionar con la tecnología generando que nuestros rostros generen datos importantes de rastreo y geolocalización en caso de ser necesario. Como cualquier otro tema, se pueden tomar bandos a favor ya que en cierta medida genera seguridad ya que es posible que dichos reconocimientos faciales reconozcan a algún criminal en el exterior lo cual daría ventaja estratégica a las autoridades, pero por otra parte, ninguna persona esta fuera del margen de dicha tecnología generando la siempre discutida irrespeto a la privacidad; con solo estar en un parque, centro comercial, o en cualquier otro lado, se puede ser vulnerable ante estos reconocimientos faciales sin previo acuerdo. Se que hoy en día hay estrategias para mitigar dichos actos, unos mas complicados que otros como por ejemplo construir gafas que al ser mostradas en cámara dejaba a la persona irreconocible por un destello de luz que las mismas gafas transmitían, (serie actual de McGyver en donde se puede ver esto demostrado). Pienso que como ciudadano que esta al margen de esta tecnología, es como un intercambio equivalente entre el reconocimiento de criminales que provee seguridad a las personas, pero a costa de su propia privacidad.
EL MANEJO DE NUESTROS ROSTROS
Como bien dice Jorge este tema del reconocimiento facial se puede usar para muchos temas como el de la seguridad y es que identificar a un ladrón más rápido es una ventaja para la sociedad, pero cuando nuestras caras son usadas para sacar diversos datos ya se está violando nuestra privacidad. En todos lados, actualmente, se encuentran diversos dispositivos que capturan nuestro rostro como termómetros, cámaras, celulares, entre otros, pero el problema no está en que se nos esté vigilando en sitios cerrados o que disponen de estas tecnologías, el problema radica en que se hace con esa información, hacía donde van nuestros rostros y con que fines los pueden usar.
La tecnología avanzará cada vez más pero eso no es excusa para no tener privacidad y estar vigilados todo el tiempo, si bien muchas veces se usa para un buen, algunas otras se puede usar sin nuestro consentimiento como en temas de publicidad.
IMPLEMENTAR MEDIDAS OBLIGATORIAS DE CIFRADO ES LA SOLUCIÓN
La seguridad de los datos de autenticación biométrica es de vital importancia, incluso más que la seguridad de las contraseñas, ya que las contraseñas se pueden cambiar fácilmente cuando se exponen. La divulgación de esta u otra información biométrica puede poner a los usuarios en riesgo permanente y crear una exposición legal significativa para la empresa que pierde los datos. En caso de una infracción, esto crea un gran desafío porque las asignaciones físicas, como el reconocimiento facial, no se puede reemplazar. Si una empresa necesita recopilar información de autenticación y almacenarla en sus servidores, se deben aplicar las mejores prácticas de seguridad. Esto incluye el cifrado de datos en reposo y en tránsito. Hay nuevas tecnologías disponibles para el cifrado en tiempo de ejecución, que mantiene los datos cifrados incluso durante el uso. El cifrado no es una garantía absoluta de seguridad, por supuesto, si las aplicaciones o los usuarios autorizados para acceder a los datos se ven comprometidos. Actualmente, se utilizan herramientas criptográficas y métodos de encriptación, como AES de 256 bits (Advanced Encryption Standard), el cual es un esquema de cifrado por bloques por el gobierno de los Estados Unidos y creado en Bélgica.
Fuente: https://searchsecurity.techtarget.com/definition/Advanced-Encryption-Standard
OTRA ALTERNATIVA
Otro enfoque para permitir que los nuevos dispositivos reconozcan a los usuarios autorizados es la tokenización. Digamos, por ejemplo, que la identificación facial se utiliza para reconocer y autenticar a los empleados donde sea que puedan ir dentro de una empresa, pero la empresa no quiere que los archivos de imagen o audio se almacenen en servidores donde los piratas informáticos o empleados malintencionados puedan hacer un mal uso ellos. En cambio, la empresa utilizaría un dispositivo que, digamos, escanea el rostro o la huella digital de una persona, convierte esa imagen en un código único y luego envía ese código al servidor para su autenticación. Cualquier dispositivo que utilice el mismo método de conversión puede reconocer al empleado y los datos de identificación sin procesar nunca estarán disponibles en ningún sistema.
LA DATIFICACIÓN DEL SER HERMANO
Para nadie es un secreto que desde hace ya unos cuantos años las grandes empresas, almacenes de cadena e incluso diferentes tiendas en centros comerciales aprovechan los datos de los clientes para venderlos al mejor postor. Esto sumado a la cantidad de datos diarios que suministramos en nuestras redes sociales o en diversas páginas que piden guardar “coockies” demuestran el posible riesgo que corre nuestra privacidad por causa del almacenamiento de todos nuestros datos. Sin embargo, considero que es un tema al cual se le están dando más revuelos que soluciones. Si bien es cierto que llevar un control estricto sobre el tratamiento de los datos es muy complicado puesto que terminan siendo proporcionados por nosotros mismos, en mi opinión debería existir mayor claridad sobre las políticas que estamos aceptando.
Un claro ejemplo que puede evidenciar la errónea idea que maneja la sociedad sobre cómo su manejan los datos personales se vio reflejado hace poco en la actualización de los términos que presentó la aplicación Whatsapp, donde hicieron público el hecho de compartir datos entre las aplicaciones asociadas a la misma empresa (Facebook) y por el cual se generó un show mediático casi sin precedentes en redes sociales, con cadenas falsas y mucha desinformación sobre lo que realmente ocurre con el uso de nuestros datos personales. Lo que realmente importa es tener cuidado y certeza de no suministrar ningún tipo de información a páginas o aplicaciones de dudosa procedencia, porque la realidad es que las compañías gigantes cómo Amazon, Facebook, Google, etc, nunca intentarán utilizar nuestra información de manera malintencionada ya que tienen un regulación bastante estricta.
EL SER HUMANO ALIMENTA EL BIG DATA
Estoy de acuerdo con mi compañero Daniel, pero hay que agregar que tecnologías como el Big Data como pilar básico de la estrategia de ciberseguridad de las empresas conlleva una extensa lista de ventajas, pero a su vez genera nuevas precauciones: si bien el análisis de esos grandes volúmenes de datos perfecciona la detección de actividad maliciosa capaz de generar filtraciones la posibilidad de que esta nueva clase de datos masivos pudiera llegar a filtrarse conllevaría unas repercusiones legales y de reputación mucho más graves que las experimentadas hasta ahora.
La dificultad a la hora de proteger los datos
Frente a la pregunta ¿Estás consciente de la cantidad de datos que suministras a diario que podrían comprometer tu privacidad y seguridad? Mi respuesta sería un rotundo no ya que existe un sin numero de veces en los que uno acepta las condiciones de privacidad y los términos y servicios sin siquiera leerlos. Siendo sincero es muy complicado hacer que uno como usuario los lea, incluso viéndolo desde otro punto de vista se podría decir que están hechos para que el usuario no los lea, ya que es un texto extenso escrito en una letra diminuta y con una redacción legal que dificultando su comprensión.
Con el fin de solucionar esto se debería establecer una reglamentación que exija a las aplicaciones, servicios o cualquier otro que recoja información, modificar la forma en la que escriben sus condiciones de uso, haciéndolas concretas y fácilmente legibles, de esta manera los usuarios conoceríamos que ocurre con nuestros datos y sabríamos los peligros a los que nos exponemos.
RECLAMENTACION GLOBAL
Actualmente en el mundo del internet y la conectividad global deberían de formarse procesos de seguridad de datos a nivel mundial, ya que si se solo se establecen reglamentaciones a nivel país en otros no se formarían y seguirían siendo igual, de esta manera fortificar la protección de los datos que aceptamos al firmar y no exponernos a un peligro mayor, ya que como bien dicho es mucho texto en las aplicaciones/paginas en las que aceptamos la privacidad sin siquiera leer, ya que son sin fin de paginas con sin fin de contenido y con posibles palabras técnicas, creando una reglamentación global se lograría administrar y proteger dichos datos de forma mas amena y con menos trampas
LA ERA DE LOS ROSTROS
Hoy es muy común ver que tu smartphone se desbloquee con solo el hecho de levantarlo, esto gracias al reconocimiento facial. Sencillamente facciones que nos hacen únicos ante las demás personas. Ahora bien, muy pocas personas no tienen idea de como funciona este mecanismo, menos de quien gestiona toda esta información, aquellos que lo saben son muy reservados con esto, ya que, no solo brindas tus rostros faciales al celular, si no a sin fin de aplicaciones las cuales jamás te detienes a mirar las condiciones de uso de tus datos.
Ya es posible rastrearte mediante algoritmos faciales, identificar el estado ánimo, hasta saber si tienes un perfil que rija para un puesto de trabajo específico. La tecnología esta dispuesta regir la vida de un ser humano, a medida que este se lo permita, es allí donde tienes que verificar que compartes y quien eres en el mundo del internet. Sencillamente basta con ver en un semáforo y saber que alguien ya sabe quien eres sin ni siquiera consultarte, esto trae consecuencias aquellas que rigen del uso de esta herramienta, perdida de la privacidad, rastreo en tiempo real e incluso suplantación de información.
LA INNOVACIÓN DE LA TECNOLOGÍA
Como bien dice mi compañero Miguel con el pasar del tiempo han surgido muchas tecnologías que han evolucionado la manera en que se usa nuestra información ya sea para el uso personal o para uso comercial, pero es allí donde se debe tener cuidado de las cosas que se comparten o se publican ahora no se puede hacer cualquier cosa pues todo esta registrado y pueden usar nuestra información.
¿Privacidad o Seguridad?
Si bien hoy día la tecnología ha llegado para revolucionar el mundo como lo conocemos, ya sea desde dispositivos móviles, apps, paginas web hasta cámaras con reconocimiento facial, todas estas han traído ciertos beneficios para el usuario pero se debe tener en cuenta que no todo es perfecto puesto que como se evidencia en el texto ¿A quien le pertenecen los datos de nuestros rostros? es un claro ejemplo de que usan la información de nuestros rostros para obtener ciertos beneficios como lo son comparar personas y cruzarlas con ciertas bases de datos para así hallar posibles delincuentes; pero así mismo pueden usar esa información para saber con que frecuencia visitamos ciertos lugares y de esta manera aprovecharse de ello ya sea para hurtos o para promocionar mas productos que a lo mejor adquiramos en dichos lugares. Es aquí donde nos preguntamos si sacrificamos la privacidad por nuestra seguridad o viceversa, de cierto modo no damos el consentimiento para que usen nuestra información solamente la usan sin mas.
En lo personal no era tan consiente de que toda esta información afectaba o comprometía mi privacidad, pues sabiéndolo no accedería a tantas cosas o tendría mas cuidado de donde puedo llegar a dejar mi información para verificar que uso le darán a la misma.
De acuerdo con mi compañero Cristian, la privacidad de una persona queda totalmente vulnerable, solo el hecho de saber que tus datos son tratados por terceros, es hecho de compartir técnicamente quien eres con desconocidos. Ahora bien, el incremento de servicios electrónicos que solicitan este servicio es sencillamente para conservar tus datos, y tratarlos para un bien personal (para el servicio en cuestión).
Lo que llego siendo una herramienta de desbloqueo para celular, se esta convirtiendo en el recurso mas invaluable para el mundo de hoy, llegando al punto que su aplicación en otras áreas es evidente, y así mismo, los datos recolectados son mayores.
LA IGNORANCIA DEL PODER DE LOS DATOS
Actualmente uno brinda información para casi cualquier cosa, un informe medico, una aplicación, un juego, la universidad, el pago de un pasaje, las compras online inclusive la participación de eventos tanto físicos como virtuales sin tener la conciencia de la cantidad de datos que estamos brindando, cédula, dirección, teléfono, entre otros, de esta manera recolectando diferentes datos se recolecta un poder de información a nivel personal de cada uno logrando predecir comportamientos, gustos, guías e compra entre otros, como lo hace mercado libre y otras aplicaciones sugiriéndonos contenido según nuestros gustos o preferencias, si nuestros datos fueran realmente privados este tipo de algoritmos no funcionarían, pero al aceptar de manera ciega el uso de datos personales damos el poder de que utilicen esta información personal de nosotros en los algoritmos y formas de venta o modelos de predicción para las distintas compañías en sus reconocimientos tanto algoritmos de reconocimiento facial clasificándonosla como un 1 o 0 en sus algoritmos
Dificultades en la protección de datos
Estoy de acuerdo contigo Julián pero existe un problema de trasfondo ante esta problemática y es la propia popularidad de las aplicaciones a las cuales nosotros aceptamos los términos y condiciones para su uso y que comparten la información.
Un caso de esto me ocurro con la aplicación whatsapp durante su polémica causada por sus términos y condiciones. En ese momento yo decidí probar con otra aplicación de mensajería sin embargo no pude remplazar la aplicación de whatsapp, esto se debe a que muy pocas personas con las que hablo tienen otras aplicaciones haciendo imposible que me comunicara
Debido a esta experiencia pude evidenciar que asi dese proteger mis datos personales, por el momento debo resignarme aceptar los términos y condiciones de las aplicaciones ya que actualmente no existen opciones viables y seguras que compitan con los servicios principales que utilizamos hoy en día
el tema de reconocimiento facial es muy interesante ya que como hacemos nosotros que nos acordamos de personas por medio se su rostro así no la veamos durante mucho tiempo, así mismo pueden hacer autoridades para poder localizar a los sospechosos mediante el rastreo de datos o por medio de sus redes sociales, pero en lo personal también me parece una falta gravísima mantener esos datos sin el consentimiento de las mismas personas por lo que se mencionaba es un riesgo para la integridad de la personas si son rastreadas en cualquier momento saber quienes son sus seres queridos y así porque nunca se sabe quien es capaz de hacer el mal y entre menos sepan de cada uno o que consigan formas de acercasen0 a ellos uno podría estar mas a salvo y sin temor de que su vida este en juego o de alguien cercano
TU VIDA SON DATOS
Es muy impresionante la cantidad de datos que suministramos a diario de nuestra vida personal, cada día que pasa la tecnología avanza y con esto trae una variedad enorme de métodos para adquirir datos de las personas de maneras muy poco notorias en el común, como se menciona en el blog un ejemplo claro de esto es funcionamiento de las etiquetas en fotos que logran identificar no solo la cara de uno sino que también la de otras personas en la misma foto, normalmente la gente no presta atención a este tipo de herramienta solo disfruta lo practica que es, pero lo cierto es que detrás de esto se obtiene una cantidad enorme de nuestros datos personales, pues todas estas fotos se convierten en datos que nos comprometen y sin darnos cuenta damos nuestro consentimiento para esto.
En la actualidad es muy difícil mantener mis datos privados puesto que la sociedad esta muy metida en la tecnología y con la situación actual el uso de redes sociales para comunicarnos es casi inevitable por lo cual no es fácil decir que mis datos no están comprometidos, pero si busco evitar el uso de redes no vitales en mi vida como Instagram y así lograr reducir un poco la difusión de mis datos personales.
OBTENCIÓN DE DATOS DESDE LO MÁS MÍNIMO
Como bien lo menciona mi compañero, lo practico que resultan estas herramientas, estas ayudas que el usuario, que uno como usuario utiliza, y por mas practicas que sean, de trasfondo lo que están haciendo es obtener datos para su uso privado, en este caso, el mejoramiento de los algoritmos de reconocimiento facial. Aunque sea algo silencioso y que en general nadie casi nota, todas las aplicaciones, el mundo digital como tal, usa datos a diario para mejorar y crecer ya sea de manera tecnológica, de infraestructura o monetaria.